miércoles, 5 de noviembre de 2014

Presentación del libro "10 priístas a los que hay que odiar" de Luis Aldana


Luis Antonio Fernández Aldana (Luis Aldana), director de Nueva República, Diario Político de México, nos presenta en este 2014 su nuevo libro "10 priístas a los que hay que odiar", un libro que desafía al "nuevo" régimen, un análisis y una fuerte crítica sobre la situación que vive actualmente México con el regreso del PRI al poder. A través de la plataforma espanol.free-ebooks.net se puede descargar completamente gratis en formato PDF. Por lo pronto, aquí les dejamos el prólogo y el enlace de descarga.

PRÓLOGO

En repetidas ocasiones he escuchado la frase “cada país tiene el gobierno que se merece” y de tanto oírla y de ver la realidad, la triste realidad que vive hoy nuestro país, comienzo a creer que es verdad.

Pero entonces cabe preguntarnos si esta frase es cierta, ¿México es un país plagado de corrupción? Ya no cuesta reconocerlo, los mexicanos, en su mayoría, cometen actos de corrupción cada vez que se les presenta la oportunidad, en las clases medias y bajas no es tanto por querer hacerlo, por ambición o por perjudicar a alguien más, es por necesidad, es porque a muchos de ellos se les ha negado la posibilidad de vivir honestamente, con dignidad.

México es un país de corruptos y corruptores, según el informe Barómetro Global de la Corrupción 2013 de la organización Transparencia Internacional. Está ubicado en la posición 105 a diciembre del 2012. Y a pesar de que en 2009 México ocupaba el lugar 89, en 2010 pasó al 98 y en 2011 cayó al lugar 100, las cifras revelan que más de la mitad de la población piensa que el cohecho se agravó en los dos recientes años.

Por supuesto, si tenemos un gobierno que tranza descaradamente, el mexicano de a pie, lo hace sin la menor preocupación. Según el estudio antes mencionado, en nuestro país, 91% de los habitantes considera que los partidos políticos son extremadamente corruptos, ninguna institución social o política estuvo cerca de ser calificada con bajos índices de corrupción, los medios de comunicación, la industria y el sistema educativo también son considerados como corruptos, al igual que los militares, el sector salud y las ONGs. En 2010, directivos empresariales y del Foro Económico Mundial (FEM) afirmaron que la corrupción es una práctica que se mantiene por las fallas e ineficiencias de los gobiernos, y su costo en México equivalía entonces a 9% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras las empresas erogaban hasta 10% de sus ingresos en sobornos.

El 91% de los mexicanos considera que los partidos políticos están afectados por la corrupción. Según Transparencia Internacional, esto se debe a que dichos órganos requieren dinero para realizar sus campañas, lo que se convierte en una forma de cultivar la corrupción. De acuerdo con el informe, los intereses de las personas y organizaciones de donde los partidos obtienen fondos podrían influenciar en las acciones de estas instituciones. 

Es bien conocida la corrupción que impera en los partidos políticos, en todos, ninguno se salva, pero hay uno en específico que podríamos considerar como símbolo de la corrupción política mexicana, el Partido Revolucionario Institucional (PRI). 

El PRI, que gobernó el país durante más de 70 años, el PRI creado por Plutarco Elías Calles como fruto de una revolución que no le hizo justicia a los más pobres, el PRI creado para beneficio de pocos y perjuicio de muchos, el PRI de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría que desenmascararon al partido como lo que en realidad es: el partido represor de las causas, el asesino de estudiantes, de luchadores sociales, de sus propios candidatos. El PRI de Carlos Salinas de Gortari, el de los influyentes, el de la ambición por el poder y el dinero. El PRI que gobierna el México actual, recuperándolo después de 12 años de democracia fingida del PAN, el PRI de Peña Nieto que desdeña al pueblo y que lucra con sus necesidades. 

Ese es el PRI que nos gobierna, ese es el “nuevo” PRI, y viene de la mano de 10 personajes principales a los que hay que odiar.  

El Autor.



No hay comentarios:

Publicar un comentario